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La Lechuza de Minerva

Filosofía I

Grupos 1º C y D de Bachllerato: apuntes de Filosofía I para el tema de ética. Miñán

Grupos 1º C y D de Bachllerato: apuntes de Filosofía I para el tema de ética. Miñán

Bloque 3 La acción: Ética

 

1.    Ética y moral

 

1.1.- Conceptos fundamentales.

Mientras que la Ética (éthos) es, tradicionalmente, una rama especializada de los estudios de Filosofía también conocida como Filosofía práctica, la moral (mos, moris)se mueve dentro del ámbito de los hechos, las decisiones, las estrategias y los criterios. En este sentido la diferencia entre ellas se define por su uso, contenidos y finalidad. La Ética es una reflexión, pertenece a un ámbito teórico mientras que la moral, ya sea individual o social, se encuentra dentro de la esfera de los actos y las normas que los rigen.

 

 

2.- Teorías éticas clásicas

Tradicionalmente se han clasificado las teorías éticas según un criterio único como éticas materiales o éticas formales:

 

Éticas materiales (o de las consecuencias o de los fines): son aquéllas que hacen depender la bondad o maldad de un acto o de una norma de las consecuencias que tienen o bien del fin que persiguen. Son, por tanto, heterónomas. Aristóteles, Epicuro, Moral cristiana, emotivismo, utilitarismo, etc.

 

Éticas formales (o del deber o de los valores): son las que únicamente se apoyan en el deber racional, universal y a priori para establecer la bondad o maldad de un acto o una norma. Son, por tanto, autónomas. Formalismo de Kant.

 

Grecia:

 

Aristóteles: ética eudaimonista (felicidad). El fin de la vida es alcanzar la felicidad para ello es inevitable el ejercicio de la virtud (en especial de la prudencia). Para Aristóteles resulta fundamental la vida en sociedad hasta el punto en que considera al ser humano como un animal político (es decir, de la polis, social). La virtud principal es la prudencia (phronesis) es decir el punto medio virtuoso entre los dos extremos viciosos (por ejemplo: entre la cobardía y la temeridad se encuentra la valentía)

 

Epicuro: ética hedonista. Epicuro cultivaba mucho la amistad. Él no tenía discípulos sino más bien amigos con los que se reunía en El jardín donde llevaban a cabo sus investigaciones. Lo bueno para Epicuro es todo lo que nos proporcione placer aunque ese placer debe estar guiado por la razón. Esta ética hace referencia fundamentalmente a los placeres del espíritu y no tanto a los placeres físicos propios de un hedonismo más burdo. Igualmente recomendaba vivir según y en paz con la naturaleza.

 

 

Medievo

Cristianismo

S. Agustín de Hipona y Santo Tomás de Aquino: Sólo hay una verdad, la verdad de Dios, actuar bien es actuar con la voluntad de cumplir las leyes divinas y alejarse de las inclinaciones hacia el mal fruto de la relajación de la voluntad. La moral viene impuesta por Dios. Existen muchas diferencias entre ambos autores pero baste lo dicho como aproximación.

 

Modernidad: XVII y XVIII

 

D. Hume: ética emotivista. La moral no proviene de la razón sino de los sentimientos y estos son producidos por  percepciones de hechos concretos. Nuestra capacidad de empatía es la que finalmente dicta si algo nos produce sentimientos agradables o desagradables. Por lo tanto el origen de las normas morales, lo bueno y lo malo es la pasión y no tanto la razón (como en el caso de Kant)

 

I. Kant: ética formalista. El deber proviene de la razón y se concretiza en el imperativo categórico una ley universal autónoma que se debe cumplir por mero respeto y no por los beneficios que podamos obtener de hacerlo. Se trata de una ética de los valores, del deber formal y no de una ética de los contenidos o de las consecuencias como el resto de las que estamos viendo. De esta manera la respuesta a la pregunta qué debo hacer es a priori y autonónoma, es decir, no haciendo depender nuestras decisiones de las consecuencias de las mismas (lo que sería actuar heterónomamente o a posteriori). Los textos fundamentales de Kan sobre estas cuestiones son La crítica de la razón Práctica (KpV) y la Fundamentación de la metafísica de las costumbres.

 

Contemporaneidad:

 

XIX

 

J. Stuart Mill y  Bentham: ética utilitarista. Lo bueno es lo útil, es decir, lo mejor para el mayor número de seres. Se trata de una ética cuyo criterio no es “lo bueno” absoluto sino “lo mejor” relativo (o lo menos malo, por así decir). Es una ética de las consecuencias por lo tanto, a posteriori en la que lo bueno depende, en muchas ocasiones de las circunstancias. El criterio estadístico por el cual consideramos algo como bueno o deseable tiene una repercusión importantísima dentro de las sociedades democráticas.

 

Estas son algunas de las más famosas y relevantes teorías éticas de la historia de la Filosofía pero no son las únicas. Nos pueden servir como criterios a la hora de actuar o de responder a la pregunta fundamental de la Ética: ¿Qué debo hacer? Independientemente de que lo haga o no.

 

Nota del profesor: estos apuntes están elaborados a partir de diversos libros de texto, fuentes originales de los autores y apuntes propios.

Miñán. Filosofía I para los grupos 1ºC y D: Matrix y el problema de la realidad

Miñán. Filosofía I para los grupos 1ºC y D: Matrix y el problema de la realidad

Aquí os dejo un enlace para descargar un archivo de word con algunas instrucciones, curiosidades, diálogos y frases escogidas de Matrix para ayudaros a hacer el comentario sobre la película. Buscad en internet o en la biblioteca del centro que hay mucho sobre esta historia, sus conexiones con filosofías y religiones, etc. He incrustado también algunos momentos de la película en este artículo para refrescaros la memoria... Y también porque sí, porque me encanta esta peli. Miñán

Archivo de word sobre Matrix 

 

 

 

 

MOYSÉS: TRABAJO SOBRE MATRIX Y PLATÓN

MOYSÉS: TRABAJO SOBRE MATRIX Y PLATÓN

Bueno, chicas y chicos, aquí tenéis un pequeño trabajo para que aprendáis a relacionar la filosofía con el cine; en este caso vamos a ver si sois capaces de pensar a partir de una película y del texto de Platón el problema metafísico de la realidad. ánimo y no dudéis en escribid todo lo que se os ocurra (pero que tenga sentido).  Se trata de que penséis por vosotros mismos, no que copiéis de internet respuestas mecánicas.

Por cierto, debéis entregadlo escrito en ordenador, la semana siguiente al acabar de ver la peli en clase. Ánimo que no es tan difícil, y ya sabéis "bienvenidos al desierto de lo real". Moy

REFLEXIÓN FILOSÓFICA SOBRE MATRIX Y EL MITO DE LA CAVERNA DE PLATÓN.

 
Directores: Andy y Larry Wachowski Productor: Joel Silver para Warner BROSIntérpretes: Keanu Reeves (Thomas A. Anderson / Neo), Laurence Fishburne (Morfeo), Carrie-Anne Moss (Trinity), Hugo Weaving (Agente Smith), Joe Pantoliano (Cifra / Sr. Reagan), Marcus Chong (Tanque), Paul Goddard (Agente Brown), Robert Taylor (Agente Jones), Gloria Foster (Oráculo), Julian Arahanga (Apoc), Matt Doran (Ratón), Belinda McClory (Switch), Anthony Ray Parker (Dozer), Andy y Larry Wachowski (limpiaventanas; no aparecen en los créditos)… / Nacionalidad y Año: USA 1999 / Duración: 136 min 
 

TRABAJO

1ª Tema de la película (5 líneas max.)2ª Resumen de la película (15 líneas max.) Lee estos textos extraídos del diálogo de la película y contesta a las preguntas:

MORFEO: ¿Te gustaría saber lo que es? Matrix nos rodea. Está por todas partes, incluso ahora, en esta misma habitación. Puedes verla si miras por la ventana o al encender la televisión. Puedes sentirla, cuando vas a trabajar, cuando vas a la iglesia, cuando pagas tus impuestos. Es el mundo que ha sido puesto ante tus ojos para ocultarte la verdad.
NEO: ¿Qué verdad?

MORFEO: Que eres un esclavo, Neo. Igual que los demás, naciste en cautiverio, naciste en una prisión que no puedes ni oler ni saborear ni tocar. Una prisión para tu mente. Por desgracia no se puede explicar lo que es Matrix. Has de verla con tus propios ojos. Esta es tu última oportunidad. Después, ya no podrás echarte atrás. Si tomas la pastilla azul fin de la historia. Despertarás en tu cama y creerás lo que quieras creerte. Si tomas la roja, te quedas en el País de las Maravillas y yo te enseñaré hasta dónde llega la madriguera de conejos. Recuerda: lo único que te ofrezco es la verdad. Nada más. Sígueme. 

3-      ¿ Tiene alguna relación el esclavo del que habla Morfeo y el prisionero de la caverna de Platón?.4-¿A qué correspondería Matrix en el mito de la caverna que nos plantea Platón?.5- ¿Crees que tiene algo que ver el tomar la pastilla roja con la liberación del prisionero de Platón?. ¿Qué significa en los dos sentidos “liberar”?6-     Matrix: el trabajo, la televisión, la iglesia, los impuestos, un espejo para ocultar la verdad, control. ¿No es posible que, de alguna manera, este mundo que llamamos "real" sea "pariente" de Matrix? 7-     Y si lo fuese ¿dónde crees que estaría "la pastilla roja"?
MORFEO “¿Qué es real? ¿De qué modo definirías real? Si te refieres a lo que puedes sentir, a lo que puedes oler, a lo que puedes saborear y ver, lo real podría ser señales eléctricas interpretadas por tu cerebro.”
8-     ¿Qué opinas del concepto de realidad que plantea Morfeo en la película?. ¿Crees que se puede asegurar la existencia de la realidad más allá de esas señales eléctricas interpretadas por el cerebro?. ¿cómo?.9-     Qué relación tiene este diálogo con la “realidad” que ven los prisioneros en la caverna. 

CIFRA: Sabes, sé que este filete no existe. Sé que cuando me lo meto en la boca es Matrix la que le está diciendo a mi cerebro. Es bueno. Después de nueve años ¿sabes de qué me doy cuenta? La ignorancia es la felicidad.

SMITH: Entonces, tenemos un trato.

CIFRA: No quiero acordarme de nada. De nada. ¿Entendido? Y quiero ser rico. No sé, alguien importante como un actor.

SMITH: Lo que usted quiera señor Reagan.
CIFRA: Está bien. Devuelve mi cuerpo a una central eléctrica,  reinsértame en Matrix y conseguiré lo que quieras.

10- ¿Qué opinas de la frase de Smith "la ignorancia es la felicidad"? de felicidad. 11- Si tuvieses que elegir entre  vivir como una prisionera de la caverna o insertada en Matrix, sin enterarte de nada y con las mayores comodidades, o vivir en el mundo real,  en "el desierto de lo real", ¿qué elegirías? Explica tu respuesta.
SMITH:  ¿Alguna vez la ha mirado fijamente maravillándose de su belleza, de su genio? Millones de personas viviendo sus vidas inconscientes ¿Sabía que la primera Matrix fue diseñada para ser un perfecto mundo humano donde nadie sufriera, donde todo el mundo fuera feliz? Fue un desastre. Nadie aceptó ese programa, se perdieron cosechas enteras. Algunos creían que no teníamos el lenguaje de programación para describir su mundo perfecto. Pero yo creo que, como especie, los seres humanos definen su realidad con la tristeza y el sufrimiento. Así que el mundo perfecto era un sueño del que sus primitivos cerebros querían constantemente despertar. Por ese motivo Matrix fue rediseñada así, en el apogeo de su civilización. Ha oído bien: su civilización,  porque cuando empezamos a pensar por ustedes, en realidad se convirtió en nuestra civilización y claro, como imaginará es de lo que va todo esto.  De evolución, Morfeo. Evolución. Como el dinosaurio. Mire por esa ventana. Su época ya pasó. El futuro es nuestro mundo Morfeo. El futuro es nuestra época.

SMITH: Quisiera compartir una revelación que he tenido desde que estoy aquí. Esta me sobrevino cuando intenté clasificar a su especie. Verá, me di cuenta de que, en realidad no son mamíferos. Todos los mamíferos de este planeta desarrollan instintivamente un lógico equilibrio con el hábitat natural que les rodea. Pero los humanos no lo hacen. Se trasladan a una zona y se multiplican y siguen multiplicándose hasta que todos los recursos naturales se agotan. Así que el único modo de sobrevivir es extendiéndose hasta otra zona. Existe otro organismo en este planeta que sigue el mismo patrón ¿Sabe cuál es?  Un virus. Los humanos sois una enfermedad, sois el cáncer de este planeta, sois una plaga. Y nosotros somos la cura.

 12- ¿Crees que los seres humanos serían capaces de vivir en un mundo perfecto, donde todos fuesen felices? ¿O estás de acuerdo con Smith en que los seres humanos tienen que vivir necesariamente en la tristeza y el sufrimiento? 13- ¿Qué opinas de la afirmación de Smith de que el ser humano no es un mamífero sino un virus?  

Texto de Nietzsche para el tema "La verdad". Grupos 1º C y D. Miñán

Texto de Nietzsche para el tema "La verdad". Grupos 1º C y D. Miñán

 

Friedrich Nietzsche
Sobre verdad y mentira en sentido extramoral (fragmento)

 1

En algún apartado rincón del universo centelleante, desparramado en innumerables sistemas solares, hubo una vez un astro en el que animales inteligentes inventaron el conocimiento. Fue el minuto más altanero y falaz de la "Historia Universal": pero, a fin de cuentas, sólo un minuto. Tras breves respiraciones de la naturaleza, el astro se heló y los animales inteligentes hubieron de perecer. Alguien podría inventar una fábula semejante pero, con todo, no habría ilustrado suficientemente cuán lastimoso, cuán sombrío y caduco, cuán estéril y arbitrario es el estado en el que se presenta el intelecto humano dentro de la naturaleza  (...)

El intelecto, como medio de conservación del individuo, desarrolla sus fuerzas principales fingiendo, puesto que éste es el medio, merced al cual sobreviven los individuos débiles y poco robustos, como aquellos a quienes les ha sido negado servirse, en la lucha por la existencia, de cuernos, o de la afilada dentadura del animal de rapiña. En los hombres alcanza su punto culminante este arte de fingir; aquí el engaño, la adulación, la mentira y el fraude, la murmuración, la farsa, el vivir del brillo ajeno, el enmascaramiento, el convencionalismo encubridor, la escenificación ante los demás y ante uno mismo, en una palabra, el revoloteo incesante alrededor de la llama de la vanidad es hasta tal punto regla y ley, que apenas hay nada tan inconcebible como el hecho de que haya podido surgir entre los hombres una inclinación sincera y pura hacia la verdad. Se encuentran profundamente sumergidos en ilusiones y ensueños; su mirada se limita a deslizarse sobre la superficie de las cosas y percibe "formas", su sensación no conduce en ningún caso a la verdad, sino que se contenta con recibir estímulos, como si jugase a tantear el dorso de las cosas. Además, durante toda una vida, el hombre se deja engañar por la noche en el sueño, sin que su sentido moral haya tratado nunca de impedirlo, mientras que parece que ha habido hombres que, a fuerza de voluntad, han conseguido eliminar los ronquidos. En realidad, ¿qué sabe el hombre de sí mismo? ¿Sería capaz de percibirse a sí mismo, aunque sólo fuese por una vez, como si estuviese tendido en una vitrina iluminada? ¿Acaso no le oculta la naturaleza la mayor parte de las cosas, incluso su propio cuerpo, de modo que, al margen de las circunvoluciones de sus intestinos, del rápido flujo de su circulación sanguínea, de las complejas vibraciones de sus fibras, quede desterrado y enredado en una conciencia soberbia e ilusa? (...) ¿De dónde procede en el mundo entero, en esta constelación, el impulso hacia la verdad?  

En un estado natural de las cosas, el individuo, en la medida en que se quiere mantener frente a los demás individuos, utiliza el intelecto y la mayor parte de las veces solamente para fingir, pero, puesto que el hombre, tanto por la necesidad como por hastío, desea existir en sociedad y gregariamente, precisa de un tratado de paz y, de acuerdo con este, procura que, al menos, desaparezca de su mundo el más grande bellum omnium contra omnes. Este tratado de paz conlleva algo que promete ser el primer paso para la consecución de ese misterioso impulso hacia la verdad. En este mismo momento se fija lo que a partir de entonces ha de ser "verdad", es decir, se ha inventado una designación de las cosas uniformemente válida y obligatoria, y el poder legislativo del lenguaje proporciona también las primeras leyes de verdad, pues aquí se origina por primera vez el contraste entre verdad y mentira. El mentiroso utiliza las designaciones válidas, las palabras, para hacer aparecer lo irreal como real (...) Si hace esto de manera interesada y que además ocasione perjuicios, la sociedad no confiará ya más en él y, por este motivo, lo expulsará de su seno. Por eso los hombres no huyen tanto de ser engañados como de ser perjudicados mediante el engaño; en este estadio tampoco detestan en rigor el embuste, sino las consecuencias perniciosas, hostiles, de ciertas clases de embustes. El hombre nada más que desea la verdad en un sentido análogamente limitado: ansía las consecuencias agradables de la verdad, aquellas que mantienen la vida; es indiferente al conocimiento puro y sin consecuencias e incluso hostil frente a las verdades susceptibles de efectos perjudiciales o destructivos. Y, además, ¿qué sucede con esas convenciones del lenguaje? ¿Son quizá productos del conocimiento, del sentido de la verdad? ¿Concuerdan las designaciones y las cosas? ¿Es el lenguaje la expresión adecuada de todas las realidades?  

Solamente mediante el olvido puede el hombre alguna vez llegar a imaginarse que está en posesión de una "verdad" en el grado que se acaba de señalar. Si no se contenta con la verdad en forma de tautología, es decir, con conchas vacías, entonces trocará continuamente ilusiones por verdades. ¿Qué es una palabra? La reproducción en sonidos de un impulso nervioso. Pero inferir además a partir del impulso nervioso la existencia de una causa fuera de nosotros, es ya el resultado de un uso falso e injustificado del principio de razón. ¡Cómo podríamos decir legítimamente, si la verdad fuese lo único decisivo en la génesis del lenguaje, si el punto de vista de la certeza lo fuese también respecto a las designaciones, cómo, no obstante, podríamos decir legítimamente: la piedra es dura, como si además captásemos lo "duro" de otra manera y no solamente como una excitación completamente subjetiva! Dividimos las cosas en géneros, caracterizamos el árbol como masculino y la planta como femenino: ¡qué extrapolación tan arbitraria! ¡A qué altura volamos por encima del canon de la certeza! Hablamos de una "serpiente": la designación cubre solamente el hecho de arrastrarse (retorcerse); podría, por tanto, atribuírsele también al gusano. ¡Qué arbitrariedad en las delimitaciones! ¡Qué parcialidad en las preferencias, unas veces de una propiedad de una cosa, otras veces de otra! Los diferentes lenguajes, comparados unos con otros, ponen en evidencia que con las palabras jamás se llega a la verdad ni a una expresión adecuada pues, en caso contrario, no habría tantos lenguajes. La "cosa en sí" (esto sería justamente la verdad pura, sin consecuencias) es totalmente inalcanzable y no es deseable en absoluto para el creador del lenguaje. Éste se limita a designar las relaciones de las cosas con respecto a los hombres y para expresarlas apela a las metáforas más audaces. ¡En primer lugar, un impulso nervioso extrapolado en una imagen! Primera metáfora. ¡La imagen transformada de nuevo en un sonido! Segunda metáfora. Y, en cada caso, un salto total desde una esfera a otra completamente distinta. (...) Creemos saber algo de las cosas mismas cuando hablamos de árboles, colores, nieve y flores y no poseemos, sin embargo, más que metáforas de las cosas que no corresponden en absoluto a las esencias primitivas (...) la enigmática x de la cosa en sí se presenta en principio como impulso nervioso, después como figura, finalmente como sonido. Por tanto, en cualquier caso, el origen del lenguaje no sigue un proceso lógico, y todo el material sobre el que, y a partir del cual, trabaja y construye el hombre de la verdad, el investigador, el filósofo, procede, si no de las nubes, en ningún caso de la esencia de las cosas.

Pero pensemos especialmente en la formación de los conceptos. Toda palabra se convierte de manera inmediata en concepto en tanto que justamente no ha de servir para la experiencia singular y completamente individualizada a la que debe su origen, por ejemplo, como recuerdo, sino que debe encajar al mismo tiempo con innumerables experiencias, por así decirlo, más o menos similares, jamás idénticas estrictamente hablando; en suma, con casos puramente diferentes. Todo concepto se forma por equiparación de casos no iguales. Del mismo modo que es cierto que una hoja no es igual a otra, también es cierto que el concepto hoja se ha formado al abandonar de manera arbitraria esas diferencias individuales, al olvidar las notas distintivas, con lo cual se suscita entonces la representación, como si en la naturaleza hubiese algo separado de las hojas que fuese la "hoja", una especie de arquetipo primigenio a partir del cual todas las hojas habrían sido tejidas, diseñadas, calibradas, coloreadas, onduladas, pintadas, pero por manos tan torpes, que ningún ejemplar resultase ser correcto y fidedigno como copia fiel del arquetipo. Decimos que un hombre es "honesto". ¿Por qué ha obrado hoy tan honestamente?, preguntamos. Nuestra respuesta suele ser así: a causa de su honestidad. ¡La honestidad! Esto significa a su vez: la hoja es la causa de las hojas. Ciertamente no sabemos nada en absoluto de una cualidad esencial, denominada "honestidad", pero sí de una serie numerosa de acciones individuales, por lo tanto desemejantes, que igualamos olvidando las desemejanzas, y, entonces, las denominamos acciones honestas; al final formulamos a partir de ellas una qualitas occulta con el nombre de "honestidad".

La omisión de lo individual y de lo real nos proporciona el concepto del mismo modo que también nos proporciona la forma, mientras que la naturaleza no conoce formas ni conceptos, así como tampoco ningún tipo de géneros, sino solamente una x que es para nosotros inaccesible e indefinible. También la oposición que hacemos entre individuo y especie es antropomórfica y no procede de la esencia de las cosas, aun cuando tampoco nos aventuramos a decir que no le corresponde: en efecto, sería una afirmación dogmática y, en cuanto tal, tan demostrable como su contraria.

¿Qué es entonces la verdad? Una hueste en movimiento de metáforas, metonimias, antropomorfismos, en resumidas cuentas, una suma de relaciones humanas que han sido realzadas, extrapoladas y adornadas poética y retóricamente y que, después de un prolongado uso, un pueblo considera firmes, canónicas y vinculantes; las verdades son ilusiones de las que se ha olvidado que lo son; metáforas que se han vuelto gastadas y sin fuerza sensible, monedas que han perdido su troquelado y no son ahora ya consideradas como monedas, sino como metal.

No sabemos todavía de dónde procede el impulso hacia la verdad, pues hasta ahora solamente hemos prestado atención al compromiso que la sociedad establece para existir: ser veraz, es decir, utilizar las metáforas usuales; por tanto, solamente hemos prestado atención, dicho en términos morales, al compromiso de mentir de acuerdo con una convención firme, mentir borreguilmente, de acuerdo con un estilo vinculante para todos. Ciertamente, el hombre se olvida de que su situación es ésta; por tanto, miente de la manera señalada inconscientemente y en virtud de hábitos seculares -y precisamente en virtud de esta inconsciencia, precisamente en virtud de este olvido, adquiere el sentimiento de la verdad-. A partir del sentimiento de estar comprometido a designar una cosa como "roja", otra como "fría" y una tercera como "muda", se despierta un movimiento moral hacia la verdad; a partir del contraste del mentiroso, en quien nadie confía y a quien todo el mundo excluye, el hombre se demuestra a sí mismo lo honesto, lo fiable y lo provechoso de la verdad. En ese instante, el hombre pone sus actos como ser racional bajo el dominio de las abstracciones (...) Cabe admirar en este caso al hombre como poderoso genio constructor, que acierta a levantar sobre cimientos inestables y, por así decirlo, sobre agua en movimiento una catedral de conceptos infinitamente compleja: ciertamente, para encontrar apoyo en tales cimientos debe tratarse de un edificio hecho como de telarañas, suficientemente liviano para ser transportado por las olas, suficientemente firme para no desintegrarse ante cualquier soplo de viento. Como genio de la arquitectura el hombre se eleva muy por encima de la abeja: ésta construye con la cera que recoge de la naturaleza; aquél, con la materia bastante más delicada de los conceptos que, desde el principio, tiene que fabricar por sí mismo. Aquí él es acreedor de admiración profunda -pero no ciertamente por su inclinación a la verdad, al conocimiento puro de las cosas-. Si alguien esconde una cosa detrás de un matorral, a continuación la busca en ese mismo sitio y, además, la encuentra, no hay mucho de qué vanagloriarse en esa búsqueda y ese descubrimiento; sin embargo, esto es lo que sucede con la búsqueda y descubrimiento de la "verdad" dentro del recinto de la razón. Si doy la definición de mamífero y a continuación, después de haber examinado un camello, declaro: "he aquí un mamífero", no cabe duda de que con ello se ha traído a la luz una nueva verdad, pero es de valor limitado; quiero decir; es antropomórfica de cabo a rabo y no contiene un solo punto que sea "verdadero en sí", real y universal, prescindiendo de los hombres. El que busca tales verdades en el fondo solamente busca la metamorfosis del mundo en los hombres; aspira a una comprensión del mundo en tanto que cosa humanizada y consigue, en el mejor de los casos, el sentimiento de una asimilación. Del mismo modo que el astrólogo considera a las estrellas al servicio de los hombres y en conexión con su felicidad y con su desgracia, así también un investigador tal considera que el mundo en su totalidad está ligado a los hombres; como el eco infinitamente repetido de un sonido original, el hombre; como la imagen multiplicada de un arquetipo, el hombre. Su procedimiento consiste en tomar al hombre como medida de todas las cosas; pero entonces parte del error de creer que tiene estas cosas ante sí de manera inmediata, como objetos puros. Por tanto, olvida que las metáforas intuitivas originales no son más que metáforas y las toma por las cosas mismas.

(...) Le cuesta trabajo reconocer ante sí mismo que el insecto o el pájaro perciben otro mundo completamente diferente al del hombre y que la cuestión de cuál de las dos percepciones del mundo es la correcta carece totalmente de sentido, ya que para decidir sobre ello tendríamos que medir con la medida de la percepción correcta, es decir, con una medida de la que no se dispone. Pero, por lo demás, la "percepción correcta" (...) me parece un absurdo lleno de contradicciones, puesto que entre dos esferas absolutamente distintas, como lo son el sujeto y el objeto, no hay ninguna causalidad, ninguna exactitud, ninguna expresión, sino, a lo sumo, una conducta estética, quiero decir: un extrapolar alusivo, un traducir balbuciente a un lenguaje completamente extraño, para lo que, en todo caso, se necesita una esfera intermedia y una fuerza mediadora, libres ambas para poetizar e inventar (...)

Entonces, ¿qué es, en suma, para nosotros una ley de la naturaleza? No nos es conocida en sí, sino solamente por sus efectos, es decir, en sus relaciones con otras leyes de la naturaleza que, a su vez, sólo nos son conocidas como sumas de relaciones. Por consiguiente, todas esas relaciones no hacen más que remitir continuamente unas a otras y nos resultan completamente incomprensibles en su esencia; en realidad sólo conocemos de ellas lo que nosotros aportamos: el tiempo, el espacio, por tanto las relaciones de sucesión y los números. Pero todo lo maravilloso, lo que precisamente nos asombra de las leyes de la naturaleza, lo que reclama nuestra explicación y lo que podría introducir en nosotros la desconfianza respecto al idealismo, reside única y exclusivamente en el rigor matemático y en la inviolabilidad de las representaciones del espacio y del tiempo. Sin embargo, esas nociones las producimos en nosotros y a partir de nosotros con la misma necesidad que la araña teje su tela; si estamos obligados a concebir todas las cosas solamente bajo esas formas, entonces no es ninguna maravilla el que, a decir verdad, sólo captemos en todas las cosas precisamente esas formas, puesto que todas ellas deben llevar consigo las leyes del número, y el número es precisamente lo más asombroso de las cosas. Toda la regularidad de las órbitas de los astros y de los procesos químicos, regularidad que tanto respeto nos infunde, coincide en el fondo con aquellas propiedades que nosotros introducimos en las cosas, de modo que, con esto, nos infundimos respeto a nosotros mismos (...)

2

(...)

Tenía razón Pascal cuando afirmaba que, si todas las noches nos sobreviniese el mismo sueño, nos ocuparíamos tanto de él como de las cosas que vemos cada día: "Si un artesano estuviese seguro de que sueña cada noche, durante doce horas completas, que es rey, creo -dice Pascal- que sería tan dichoso como un rey que soñase todas las noches durante doce horas que es artesano"(...)

Pero el hombre mismo tiene una invencible inclinación a dejarse engañar y está como hechizado por la felicidad cuando el rapsoda le narra cuentos épicos como si fuesen verdades, o cuando en una obra de teatro el cómico, haciendo el papel de rey, actúa más regiamente que un rey en la realidad. El intelecto, ese maestro del fingir, se encuentra libre y relevado de su esclavitud habitual tanto tiempo como puede engañar sin causar daño, y en esos momentos celebra sus Saturnales (...) Ese enorme entramado y andamiaje de los conceptos al que de por vida se aferra el hombre indigente para salvarse, es solamente un armazón para el intelecto liberado y un juguete para sus más audaces obras de arte (...)

Hay períodos en los que el hombre racional y el hombre intuitivo caminan juntos; el uno angustiado ante la intuición, el otro mofándose de la abstracción; es tan irracional el último como poco artístico el primero. Ambos ansían dominar la vida: éste sabiendo afrontar las necesidades más imperiosas mediante previsión, prudencia y regularidad; aquél sin ver, como "héroe desbordante de alegría", esas necesidades y tomando como real solamente la vida disfrazada de apariencia y belleza (...) Mientras que el hombre guiado por conceptos y abstracciones solamente conjura la desgracia mediante ellas, sin extraer de las abstracciones mismas algún tipo de felicidad; mientras que aspira a liberarse de los dolores lo más posible, el hombre intuitivo, aposentado en medio de una cultura, consigue ya, gracias a sus intuiciones, además de conjurar los males, un flujo constante de claridad, animación y liberación. Es cierto que sufre con más vehemencia cuando sufre; incluso sufre más a menudo porque no sabe aprender de la experiencia y tropieza una y otra vez en la misma piedra en la que ya ha tropezado anteriormente. Es tan irracional en el sufrimiento como en la felicidad, se desgañita y no encuentra consuelo. ¡Cuán distintamente se comporta el hombre estoico ante las mismas desgracias, instruido por la experiencia y autocontrolado a través de los conceptos! Él, que sólo busca habitualmente sinceridad, verdad, emanciparse de los engaños y protegerse de las incursiones seductoras, representa ahora, en la desgracia, como aquél, en la felicidad, la obra maestra del fingimiento; no presenta un rostro humano, palpitante y expresivo, sino una especie de máscara de facciones dignas y proporcionadas; no grita y ni siquiera altera su voz; cuando todo un nublado descarga sobre él, se envuelve en su manto y se marcha caminando lentamente bajo la tormenta.

Nietzsche: Sobre verdad y mentira en sentido extramoral. Tecnos, Madrid.

 

 

Cuestiones:

 

1.- Tema principal del texto e ideas centrales que Nietzsche aborda.

2.- ¿Qué quiere decir el autor con eso de que se ha inventado la verdad al inventar una designación válida y uniforme de las cosas?

3.- ¿Cuál es el valor moral y/o social de la verdad y la mentira?

4.- Comenta suficientemente el texto marcado en negrita

5.- Explica a qué se refiere cuando distingue al hombre estoico (racional) y al intuitivo al final del texto

 

 

MOYSÉS: TEXTO PARA LEER.

MOYSÉS:  TEXTO PARA LEER.

Para el segundo trimestre vamos a ver si os estrenáis en la lectura de textos filosóficos. Os invito a que entréis en una maravillosa caverna, la de Platón, para que podamos compararla con la película Matrix que veremos en enero. (Este texto es un diálogo que tiene como protagonistas a Sócrates y Glaucón). Ánimo, leedlo con pasión, y disfrutadLO.... Moysés.

PLATÓN: LA REPÚBLICA. Libro VII.

I.D espués de eso —proseguí— compara nuestra naturaleza respecto de su educación y de su falta de educación con una experiencia como ésta. Represéntate hombres en una morada subterránea en forma de caverna, que tiene la entrada abierta, en toda su extensión, a la luz. En ella están desde niños con las piernas y el cuello encadenados, de modo que deben permanecer allí y mirar sólo delante de ellos, porque las cadenas les impiden girar en derredor la cabeza. Más arriba y más lejos se halla la luz de un fuego que brilla detrás de ellos; y entre el fuego y los prisioneros hay un camino más alto, junto al cual imagínate un tabique construido de lado a lado, como el biombo que los titiriteros levantan delante del público para mostrar, por encima del biombo, los muñecos.—Me lo imagino. 20—Imagínate ahora que, del otro lado del tabique, pasan sombras que llevan toda clase de utensilios y figurillas de hombres y otros animales, hechos en piedra y madera y de diversas clases; y entre los que pasan unos hablan y otros callan.—Extraña comparación haces, y extraños son esos prisioneros. —Pero son como nosotros. Pues en primer lugar, ¿crees que han visto de sí mismos, o unos de los otros, otra cosa que las sombras proyectadas por el fuego en la parte de la caverna que tienen frente a sí?—Claro que no, si toda su vida están forzados a no mover las cabezas.—¿Y no sucede lo mismo con los objetos que llevan los que pasan del otro lado del tabique?—Indudablemente.—Pues entonces, si dialogaran entre sí, ¿no te parece que entenderían estar nombrando a los objetos que pasan y que ellos ven?                                  

55—Necesariamente.—Y si la prisión contara con un eco desde la pared que tienen frente a sí, y alguno de los que pasan del otro lado del tabique hablara, ¿no piensas que creerían que lo que oyen proviene de la sombra que pasa delante de ellos?

—¡Por Zeus que sí!

—¿Y que los prisioneros no tendrían por real otra cosa que las sombras de los objetos artificiales transportados?                                               

—Es de toda necesidad.

—Examina ahora el caso de una liberación de sus cadenas y de una curación de su ignorancia, qué pasaría si naturalmente  les ocurriese esto: que uno de ellos fuera liberado y forzado a levantarse de repente, volver el cuello y marchar mirando a la luz y, al hacer todo esto, sufriera y a causa del encandilamiento fuera incapaz de percibir aquellas cosas cuyas sombras había visto antes. ¿Qué piensas que respondería si se le dijese que lo que había visto antes eran fruslerías y que ahora, en cambio, está más próximo a lo real, vuelto hacia cosas más reales y que mira correctamente? Y si se le mostrara cada uno de los objetos que pasan del  otro lado de tabique y se le obligara a contestar preguntas sobre lo que son, ¿no piensas que se sentirá en dificultades y que considerará que las cosas que antes veía eran más verdaderas que las que se le muestran ahora? 85

—Mucho más verdaderas.

II—Y si se le forzara a mirar hacia la luz misma, ¿no le dolerían los ojos y trataría de eludirla, volviéndose hacia aquellas cosas que podía percibir, por considerar que éstas son realmente más claras que las que se le muestran?

—Así es.

—Y si a la fuerza se lo arrastrara por una escarpada y empinada cuesta, sin soltarlo antes de llegar hasta la luz del sol, ¿no sufriría acaso y se irritaría por ser arrastrado y, tras llegar a la luz, tendría los ojos llenos de fulgores que le impedirían ver uno solo de los objetos que ahora decimos que son los verdaderos?

—Por cierto, al menos inmediatamente.

—Necesitaría acostumbrarse, para poder llegar a mirar las cosas de arriba. En primer lugar miraría con mayor facilidad las sombras, y después las figuras de los hombres y de los otros objetos reflejados en el agua, luego los hombres y los objetos mismos. A continuación contemplaría de noche lo que hay en el cielo y el cielo mismo, mirando la luz de los astros y la luna más fácilmente que, durante el día, el sol y la luz del sol.

—Sin duda.

Finalmente, pienso, podría percibir el sol, no ya en imágenes en el agua o en otros lugares que le son extraños, sino contemplarlo cómo es en sí y por sí, en su propio ámbito.

—Necesariamente.

Después de lo cual concluiría, con respecto al sol, que es lo que produce las estaciones y los años y que gobierna todo en el ámbito visible y que de algún modo es causa de las cosas que ellos habían visto.

—Es evidente que, después de todo esto, arribaría a tales conclusiones.

—Y si se acordara de su primera morada, del tipo de sabiduría existente allí y de sus entonces compañeros de cautiverio, ¿no piensas que se sentiría feliz del cambio y que los compadecería?               130

—Por cierto.

—Respecto de los honores y elogios que se tributaban unos a otros, y de las recompensas para aquel que con mayor agudeza divisara las sombras de los objetos que pasaban detrás del tabique, y para el que mejor se acordase de cuáles habían desfilado habitualmente antes y cuáles después, y para aquel de ellos que fuese capaz de adivinar lo que iba a pasar, ¿te parece que estaría deseoso de todo eso y que envidiaría a los mas honrados y poderosos entre aquellos? ¿O más bien no le pasaría como al Aquiles de Homero, y «preferiría ser un labrador que fuera siervo de un hombre pobre»3 o soportar cualquier otra cosa, antes que volver a su anterior  modo de opinar y a aquella vida?

—Así creo también yo, que padecería cualquier cosa e antes que soportar aquella vida.

—Piensa ahora esto: si descendiera nuevamente y ocupara su propio asiento, ¿no tendría ofuscados los ojos por las tinieblas, al llegar repentinamente del sol?

—Sin duda.

—Y si tuviera que discriminar de nuevo aquellas sombras, en ardua competencia con aquellos que han conservado en todo momento las cadenas, y viera confusamente hasta que sus ojos se reacomodaran a ese estado y se acostumbraran en un tiempo nada breve, ¿no se expondría al ridículo y a que se dijera de él que, por haber subido hasta lo alto, se había estropeado los ojos, y que ni siquiera valdría la penaintentar marchar hacia arriba? Y si intentase desatarlos y conducirlos hacia la luz, ¿no lo matarían,si pudieran tenerlo en sus manos y matarlo?

—Seguramente.

III—Pues bien, querido Glaucón, debemos aplicar íntegra esta alegoría a lo que anteriormente ha sido dicho, comparando la región que se manifiesta por medio de la vista con la morada prisión, y la luz del fuego que hay en ella con el poder del sol; compara, por otro lado, el ascenso y contemplación de las cosas de arriba con el camino del alma hacia el ámbito inteligible, y no te equivocarás en cuanto a lo que estoy esperando, y que es lo que deseas oír. Dios sabe si esto es realmente cierto; en todo caso, lo que a mí me parece es que lo que dentro de lo cognoscible se ve al final, y con dificultad, es la Idea del Bien. Una vez percibida, ha de concluirse que es la causa de todas las cosas rectas y bellas, que en el ámbito visible ha engendrado la luz y al señor de ésta, y que en el ámbito inteligible es señora y productora de la verdad y de la inteligencia, y que es necesario tenerla en vista para poder obrar con sabiduría tanto en lo privado como en lo público.

—Comparto tu pensamiento, en la medida que me es posible.

—Mira también si lo compartes en esto: no hay que asombrarse de que quienes han llegado allí no estén dispuestos a ocuparse de los asuntos humanos, sino que sus almas aspiran a pasar el tiempo arriba; lo cual es natural, si la alegoría descrita es correcta también en esto.

—Muy natural.

—Tampoco sería extraño que alguien que, de contemplar las cosas divinas, pasara a las  humanas, se comportase desmañadamente y quedara en ridículo por ver de modo confuso y, no acostumbrado aún en forma suficiente a las tinieblas circundantes, se viera forzado, en los tribunales o en cualquier otra parte, a disputar obre sombras de justicia o sobre las figurillas de las cuales hay sombras, y a reñir sobre esto del modo en que esto es discutido por quienes jamás han visto la Justicia en sí.

—De ninguna manera sería extraño. 210

—Pero si alguien tiene sentido común, recuerda que los ojos pueden ver confusamente por dos tipos de perturbaciones: uno al trasladarse de la luz a la tiniebla, y otro de la tiniebla a la luz; y al considerar que esto es lo que le su cede al alma, en lugar de reírse irracionalmente cuando la ve perturbada e incapacitada de mirar algo, habrá de examinar cuál de los dos casos es: si es que al salir de una vida luminosa ve confusamente por falta de hábito, o si, viniendo de una mayor ignorancia hacia lo más luminoso, es obnubilada por el resplandor. Así, en un caso se felicitará de lo que le sucede y de la vida a que accede; mientras en el otro se apiadará, y, si se quiere reír de ella, su risa será menos absurda que si se descarga sobre el alma que desciende desde la luz.

—Lo que dices es razonable.

 

MOYSES: SIN MIEDO Y A POR LA LÓGICA....

MOYSES:  SIN MIEDO Y A POR LA LÓGICA....

BIENVENIDOS AL MARAVILLOSO MUNDO DE LA LÓGICA....

Vamos a comenzar con una iniciación a la lógica. No oes preocupéis que es muy fácil, eso sí, para quienes se esfuercen un poquito. Si alguien pretende aprender sin practicar, le costará.

Así que, manos a la obra, a ver si podéis formalizar estos enunciados.

Si Alfonso estudia alemán ,entonces también estudia latín o francés * Alfonso no estudia alemán * Alfonso estudia alemán ,o latín ,o francés .Luego, Alfonso estudia francés    3-8

 

Por Dios se entiende el ser más perfecto que puede concebirse * La existencia es una perfección .Por tanto, Dios existe ,pues si no existiese , no sería el ser más perfecto   3-6

 

Hoy es el cumpleaños de Pablo o de Miguel * Si hoy es el cumpleaños de Pablo , recibirá una máquina fotográfica * Si hoy es el cumpleaños de Miguel , recibirá un álbum de sellos * Miguel no recibirá hoy un álbum de sellos .Por tanto, hoy es el cumpleaños de Pablo   4-8

 

Si los filósofos callasen , la nieve quemaría y los círculos serían cuadrados * Si los círculos fuesen cuadrados , los matemáticos se dedicarían a cazar brujas y las abejas a fabricar acero * Ni los matemáticos se dedican a cazar brujas , ni las abejas a fabricar acero. Por tanto los filósofos no callarán.5-11

 

Si el feto es un humano , tendrá sus propiedades y sus derechos * Si el feto tiene sus propiedades y sus derechos , una castaña es un castaño bajito * Si una castaña es un castaño bajito , tendrá las mismas propiedades que la castaña * Pero el castaño bajito no tiene las propiedades de la castaña. Luego , el feto no es un humano ni tiene sus propiedades o sus derechos.5-15

 

Si el tiempo fuese la forma única de las representaciones del sentido externo e interno , no podría darse la simultaneidad que posibilita la permanencia .Pues el tiempo sólo es perceptible en cuanto lleno y su progresión, por el cambio de las cosas que lo llenan .Así pues, la permanencia de un objeto sólo la conocemos por contraposición al cambio de otros objetos que le son simultáneos 5-5

 Si la densidad media del universo no sobrepasa el valor crítico , el universo se expandirá indefinidamente * Pero, si la densidad media del universo sobrepasa el valor crítico , el universo se contraerá y con el tiempo concluirá en un gran aplastamiento (Big-Crunch). Así pues , el universo se expandirá indefinidamente o se contraerá.

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